Los primeros instrumentos musicales han sido de percusión. Desde aquellos golpes de piedra contra piedra, hasta llegar a golpear un trozo de madera hueca pasaron varios siglos de acuerdo a la evolución de la música y la necesidad de ésta para la vida diaria.
Los primeros instrumentos de percusión de elaboración más compleja provienen de la percusión sobre animales muertos y la resonancia de la caja torácica de estos animales. De esta manera comenzó a utilizarse el cuero estirado, primero sobre los mismos huesos de los restos animales, pero la duración de este instrumento era muy corta debido a la descomposición.
Cuando el hombre descubrió el secado y curtido de pieles enseguida utilizó este arte para construir instrumentos de percusión de más duración, lo cual posibilitó una continua mejora de estos instrumentos de los cuales no existen vestigios, ya que el paso del tiempo terminó por deshacerlos.
Así, el hombre fue descubriendo algunos principios básicos de la acústica: cuanto más grande el cuerpo del instrumento, más grave el sonido. Más tarde, utilizó este principio básico en todo lo demás: cuanto más largo el tubo de un instrumento de viento, más grave es el sonido que produce; cuanto más larga una cuerda, más grave es el sonido que produce, y viceversa. Así pudo tener una amplia gama de sonidos percutidos: graves, medios y agudos.
Con esta gama de sonidos se desarrolló la música como un medio para "dominar la naturaleza y dominar al mundo visible e invisible". Los instrumentos percutidos graves (con una frecuencia baja) espantaban más a los depredadores que solo golpear una madera hueca, debido a un proceso biológico en donde los sonidos graves (como el rugido de un león) producen una liberación de adrenalina y esto produce temor. Obviamente, el hombre prehistórico no utilizaba los instrumentos con un criterio científico sino por el método antiquísimo de prueba-error.
Los sonidos agudos producen una sensación de inquietud y nerviosismo y los medios una mezcla de ambos, por lo tanto, se empezaron a emplear con fines de producir sensaciones y estados de ánimo. La diferente mezcla de frecuencias producía diferentes respuestas en el ánimo, y por consecuencia, podía emplearse para la guerra, la caza o la ritualidad.
Los primeros instrumentos de percusión de elaboración más compleja provienen de la percusión sobre animales muertos y la resonancia de la caja torácica de estos animales. De esta manera comenzó a utilizarse el cuero estirado, primero sobre los mismos huesos de los restos animales, pero la duración de este instrumento era muy corta debido a la descomposición.
Cuando el hombre descubrió el secado y curtido de pieles enseguida utilizó este arte para construir instrumentos de percusión de más duración, lo cual posibilitó una continua mejora de estos instrumentos de los cuales no existen vestigios, ya que el paso del tiempo terminó por deshacerlos.
Así, el hombre fue descubriendo algunos principios básicos de la acústica: cuanto más grande el cuerpo del instrumento, más grave el sonido. Más tarde, utilizó este principio básico en todo lo demás: cuanto más largo el tubo de un instrumento de viento, más grave es el sonido que produce; cuanto más larga una cuerda, más grave es el sonido que produce, y viceversa. Así pudo tener una amplia gama de sonidos percutidos: graves, medios y agudos.
Con esta gama de sonidos se desarrolló la música como un medio para "dominar la naturaleza y dominar al mundo visible e invisible". Los instrumentos percutidos graves (con una frecuencia baja) espantaban más a los depredadores que solo golpear una madera hueca, debido a un proceso biológico en donde los sonidos graves (como el rugido de un león) producen una liberación de adrenalina y esto produce temor. Obviamente, el hombre prehistórico no utilizaba los instrumentos con un criterio científico sino por el método antiquísimo de prueba-error.
Los sonidos agudos producen una sensación de inquietud y nerviosismo y los medios una mezcla de ambos, por lo tanto, se empezaron a emplear con fines de producir sensaciones y estados de ánimo. La diferente mezcla de frecuencias producía diferentes respuestas en el ánimo, y por consecuencia, podía emplearse para la guerra, la caza o la ritualidad.
No me podía imaginar que se hicieran instrumentos con las cajas torácicas de animales...
ResponderEliminarPues sí, así comenzó, Blanca
ResponderEliminarPues sí, así comenzó, Blanca
ResponderEliminarQue chulo espantaban a los animales con la música xD
ResponderEliminarQue chulo espantaban a los animales con la música xD
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